El ‘refinero’ fue aplastado por Bragantino por 5-0 en Brasil en su segunda presentación por Copa Sudamericana, el conjunto albiverde hoy es tercero del grupo
Oriente Petrolero agrava su crisis futbolística con la goleada que sufrió ante Red Bull Bragantino por 0-5 en el estadio Nabi Abi Chedid, de la ciudad de Braganca Paulista, acumulando la segunda derrota para el representante boliviano.
Ni la salida del director técnico, Erwin Sánchez, resolvió los problemas en la matriz del equipo verdolaga, que fue un adversario fácil de superar. A la conclusión del primer tiempo, la ventaja de los locales era de tres goles, sepultando temprano sus ilusiones de pelear por la clasificación a los octavos de final.
La cuenta fue abierta a los cinco minutos con un golpe de cabeza de Helinho, tras un servicio desde la derecha en una mala salida de la última línea de los albiverdes. A los 15 minutos, llegó el 2-0 con un remate de derecha de primera de Aderlan Silva que fue inatajable para el arquero Wilson Quiñonez.
La estructura defensiva de los orientistas era frágil frente a los ataques de Bragantino, que anotó el 3-0, a los 37 minutos, por intermedio de un tiro penal de Eduardo Sasha, engañando a Quiñónez en la ejecución.
El entrenador interino Roly Paniagua no tenía idea de cómo afrontar esta catástrofe ni pensar en la remontada. El destino a Oriente Petrolero estaba sentenciado; en el complemento, el anfitrión adornó la goleada.
Gustavinho amplió la diferencia a 4-0 (62 minutos) con un toque suave delante del arco, tras una asistencia en corto de Sasha, quien hizo vivir una pesadilla a la línea defensiva por su desplazamiento y practicidad.
Los cambios propuestos por Paniagua en lugar de servir como contención, provocaron un desorden mayúsculo y dejaron más espacio para el trabajo contrario. Bragantino subió como puntero (seis unidades) del grupo por el gol diferencia, porque cerró este triunfo con un 5-0, a los 96′ con un derechazo de Marcos Vinicios.
Aunque restan cuatro fechas por jugar, Oriente Petrolero queda relegado de la pugna por uno de los dos primeros puestos, arrastrado por la falta de victorias tanto en el escenario internacional como local.