La incertidumbre reina en los más de 4.500 funcionarios del Banco Fassil que, de acuerdo a la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), se quedarán sin trabajo debido a que la entidad bancaria ya no volverá a operar.
Los funcionarios llegaron este jueves a las sucursales donde solían trabajar diariamente para exigir mayor información acerca de su futuro. En la agencia central, ubicada entre Cuarto y Quinto Anillo de la avenida Cristo Redentor, es donde mayor aglomeración se registra, ya que incluso bloquean la vía y exigen que les den certidumbre sobre el proceso de intervención que se está llevando a cabo.
Desde ayer que los funcionarios del Fassil no pueden ingresar a sus fuentes laborales, debido a la intervención que hizo la ASFI a las 185 sucursales y agencias con las que cuenta la entidad bancaria en todo el país.
Los trabajadores afirman que el personal de la entidad supervisora no aclaró cuál será su situación en el corto plazo, si deben seguir yendo a trabajar o si ya están despedidos. Temen que su inasistencia sea considerada como excusa para un despido sin desahucio o indemnización.
“Mientras no tengamos notificación por escrito de que no somos funcionarios tenemos que estar apersonándonos, porque a veces esa es la trampa que hacen que con tres días de inasistencia se tome como abandono de funciones”, señaló uno de los trabajadores que prefirió no ser identificado.
Por su parte, el interventor Carlos Alberto Colodro López señaló esta mañana que lamentablemente los funcionarios del Fassil serán despedidos gradualmente, sin embargo, garantizó el pago de los beneficios sociales para todos.
