Tras conocerse que Bolivia ya utilizó más del 90% de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que tiene en el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central de Bolivia señaló que este tipo de operaciones no deben considerarse un préstamo y, por lo tanto, los recursos no están sujetos a devolución.
Un reporte del medio especializado Bloomberg, con datos del FMI, señaló el pasado jueves que Bolivia monetizó $us 480 millones de DEG de los $us 532,2 millones que tenía asignado en el organismo internacional y que solo le quedarían unos $us 53 millones.
Al respecto, el BCB aclaró que el uso de los DEG ya había sido informado en una nota de prensa el pasado 15 de marzo y que esta operación tenía la finalidad de dar liquidez a las Reservas Internacionales Netas (RIN), en un contexto de demanda inusual de dólares que se registra en el país. Indicó que estos recursos “son de libre disponibilidad del ente emisor” y su uso no constituye un crédito o algún tipo de condicionamiento.
“La conversión de los DEG a dólares estadounidenses es una operación propia de la administración de las Reservas Internacionales de los bancos centrales y no deben ser consideradas como un préstamo ni suponen un cronograma de pagos para su devolución”, señala el BCB en una nota institucional publicada ayer.
Sin embargo, el ente emisor no especificó en la nota del 15 de marzo, ni en la de ayer viernes, cuántos recursos se usaron del DEG. Además, desde hace dos meses que tampoco se conoce el estado de las RIN.
Lo que sí informó escuetamente fue que “continuará procesando los pagos por concepto de los cargos que todos los países miembros del FMI asumen” por sus asignaciones de los DEG.
Cabe señalar que diversos analistas advirtieron que el uso de los DEG representará al país el pago de un interés de alrededor de $us 10 millones el próximo año.
¿Qué son los DEG?
Son un activo creado por el FMI para fortalecer las reservas internacionales de los países miembros de este organismo, entre ellos Bolivia.
El FMI otorga a cada país miembro DEG que se pueden convertir a monedas de libre uso, entre ellas, el dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen y la libra esterlina. El valor de un DEG se establece diariamente de acuerdo con una ponderación de estas cinco monedas.
El país interesado en vender sus DEG debe comunicarse con el FMI para gestionar la transacción, con otro país miembro que comprará este activo.