El Gobierno apuesta por “soluciones estructurales” con la política de sustitución de importaciones, que hasta finales del 2025 permitirá un ahorro de $us 3.000 millones en compras del exterior.
El presidente Luis Arce dijo que la escasez de dólares que vive Bolivia es temporal y que no hay necesidad de devaluar la moneda nacional. Aseguró que el boliviano está respaldado por indicadores positivos como el crecimiento económico, el superávit comercial y la inflación más baja de la región.
“Claramente hay que decirlo una y diez veces, no hay necesidad de efectuar ninguna depreciación de la moneda nacional, no habrá devaluación estamos bien con semejantes resultados de la balanza comercial, con la solidez de la economía que crece”, remarcó en entrevista con Cadena A.
Arce atribuyó a factores externos, como la guerra en Ucrania, la iliquidez que está pasando no solamente Bolivia, sino diferentes economías del mundo. No obstante, señaló que desde el 2021 su gobierno puso en marcha una agresiva política de sustitución de importaciones para dar “soluciones estructurales” a la fuga de dólares.
Cabe señalar que, en el 2022, si bien se tuvo un récord histórico en exportaciones que alcanzó los $us 13.653 millones, las importaciones también fueron altas y registraron un pico de $us 13.049 millones.
El mandatario indicó que cerca del 80% de los insumos que consume la industria nacional es importado, y que gran parte de estos productos se pueden producir en Bolivia.
Por ello, Arce anunció inversiones millonarias en el país para construir una planta de “química básica”, que fabricará productos intermedios e insumos industriales. En los próximos días, se darán a conocer más detalles de este proyecto estratégico.
El enfoque gubernamental abarca diferentes sectores productivos. La administración de Arce se ha puesto el ambicioso objetivo de que el país deje de importar la mayor parte de los productos que consume, desde los alimentos, los combustibles, insumos, medicamentos, materiales de construcción, entre otros.
Según cálculos del presidente, hasta finales del 2025 Bolivia dejará de importar cerca de $us 3.000 millones en productos, que además de ahorrar las divisas, permitirá generar polos de desarrollo, industrias, empleos y mejores oportunidades para el país.