La estatal petrolera también explicó que las contrataciones mediante invitaciones directas se realizaron para garantizar el suministro de diésel y gasolina al país, ya que las convocatorias públicas fueron declaradas desiertas.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania -que inició en febrero del 2022- fue la detonante para que aumenten los precios internacionales de los hidrocarburos y los costos asociados a su importación. Así lo confirmó Danny Roca Jiménez, gerente de Planificación Corporativo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Por lo tanto, la estatal petrolera niega un sobreprecio o negociado en la compra de combustibles desde el extranjero, tal como denunció el exministro de Gobierno, Carlos Romero.
Roca, en conferencia de prensa, dijo que hubo un incremento de los precios de importación de la gasolina y el diésel, no solamente para Bolivia sino para cualquier país importador de la región, tomando en cuenta que Rusia es uno de los principales comercializadores de hidrocarburos en el mundo. El conflicto bélico provocó incertidumbre en la oferta de combustibles a nivel mundial.
El ejecutivo indicó que en el 2022 los precios de importación de gasolina y diésel subieron un 77,7% en Sudamérica con respecto al 2021, mientras que en Bolivia fue de 83,3% debido a que los costos logísticos son superiores para un país mediterráneo.
Roca aseguró que no solamente aumentaron los precios internacionales de los hidrocarburos, sino que también lo hicieron los costos logísticos asociados a la importación que se denominan ‘premios’.
“Al precio internacional (de la gasolina o diésel), hay que añadirle los costos asociados que son los costos de transporte, almacenaje, fletes, seguros y un porcentaje que es la ganancia (para la empresa que provee el combustible), a eso le hemos llamado nosotros premios, eso existe también en otros países no solamente en Bolivia”, explicó el gerente de Planificación Corporativa.
No existe monopolio
Con respecto a la denuncia del exministro Romero de un supuesto monopolio de Trafigura en la provisión de combustibles y que las contrataciones directas que realiza YPFB impedirían una adecuada fiscalización, Roca aclaró que las compras de gasolina y diésel se hacen en estricto cumplimiento al Decreto Supremo 29506 del año 2008.
Señaló que no existe un monopolio de Trafigura y que, al contrario, la cuota de mercado de esta empresa ha disminuido desde el año 2022. “En el 2019, el 56% de los volúmenes de combustibles requeridos por Bolivia era atendido por Trafigura, sin embargo, en el 2023 es del 20%”, añadió.
En el caso de las contrataciones por invitación directa que se realizaron en el 2022, Roca sostuvo que las mismas se ejecutaron debido a que las convocatorias públicas fueron declaradas desiertas. A esto se suma que las empresas que se presentaban no cumplían con las condiciones mínimas exigidas.
Además, afirmó que las contrataciones por invitación directa no implica que solo se haya invitado a una compañía, sino que en cada proceso se convocó a varias empresas, incluso en algunos se llegó a citar a 100.
No obstante, el gerente de Planificación informó que todos los contratos de importación de combustibles serán sujetos a una “auditoría especial”, desde el año 2014 a la fecha. En caso de encontrarse alguna irregularidad se hará conocer y se tomarán las medidas que correspondan.
Consultado acerca de si existe contrabando de combustibles en la frontera, Roca dijo que son otras las instituciones que realizan este tipo de controles, tales como la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Puntualizó que YPFB se encarga de garantizar el combustible para la población, en cumplimiento de la normativa vigente.