El Gobierno destaca que esta calificadora tomó en cuenta la política cambiaria y otros indicadores económicos positivos, a diferencia de Fitch Ratings que otorgó una perspectiva negativa del país.
Standard & Poor’s (S&P) mantiene la calificación de riesgo de Bolivia en ‘B’, reconociendo el papel protagónico de la política cambiaria del país, según un comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Sin embargo, S&P puso en vigilancia al país debido a la variación de las Reservas Internacionales Netas (RIN). Este indicador ha sido objeto de muchos análisis por la caída pronunciada que experimentó en los últimos años, propiciando que Fitch Ratings, otra agencia calificadora, rebaje la valoración de Bolivia a ‘B-‘ hace un par de días.
Según el Gobierno, en el caso de S&P, se reconoce el papel protagónico de la política cambiaria del país y considera que un cambio en su administración podría afectar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), aumentar la inflación y amenazar la salud del sistema financiero.
Si bien, S&P puso en vigilancia el comportamiento de las RIN del país, se reconoce las acciones llevadas adelante desde el Gobierno nacional para conseguir financiamiento externo y estabilizar las reservas, lo cual está pendiente de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
“Bolivia tiene alrededor de $us800 millones en propuestas de préstamos multilaterales y bilaterales pendientes de aprobación en la Legislatura. Parte de estos fondos estarían disponibles para fines presupuestarios y ayudarían a estabilizar las reservas de divisas en los próximos meses. Sin embargo, el Congreso no ha logrado aprobar estos préstamos”, señala el informe de S&P.
¿Qué significan estas calificaciones para el país? S&P, Fitch Ratings y Moody’s son las agencias de calificación más importantes del mundo. Se especializan en análisis de riesgos financieros de empresas y países.
Sus calificaciones van desde Triple A, la más alta, descendiendo gradualmente hasta una calificación de C o D, dependiendo de la agencia.
Tener una baja calificación implica que el país es vulnerable y tiene dificultades para pagar sus deudas, por lo que los inversores evitan comprar bonos y cualquier otro producto financiero desde estos países. De lo contrario exigen intereses muy altos.
En el cuadro de abajo elaborado por el Ministerio de Economía de Perú, se da una aproximación de lo que significan estas calificaciones, de las tres agencias mencionadas, además de otras.