La agencia Moody’s Investors Service (Moody’s) rebajó las calificaciones de deuda sénior y de emisor de largo plazo en moneda local y extranjera del Gobierno de Bolivia de B2 a Caa1.
La evaluación de Moody’s considera que en el país hay una “gobernanza muy débil” y centra su análisis en la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), tanto en los factores que lo propiciaron, como en los efectos que genera en la economía del país.
Señala que hay una “defensa insostenible de la paridad del tipo de cambio con el dólar estadounidense”, que provocó que las divisas de las RIN caigan significativamente hasta los $us 372 millones, según el último reporte disponible del Banco Central de Bolivia (BCB).
“La caída de las reservas internacionales líquidas ha precipitado un shock de confianza que ha socavado la estabilidad macrofinanciera. Sin una acción rápida y significativa para revertir la situación y restaurar la estabilidad, la capacidad del soberano para pagar su deuda está en riesgo”, advierte el informe.
Por su parte, el Ministerio de Economía y Finanzas del país emitió un comunicado señalando que no comparte la calificación de Moody’s y la considera “apresurada”. Afirma que el análisis de la agencia calificadora se basa en una “situación coyuntural e ignora las otras variables macroeconómicas que contribuyen a la estabilidad nacional”, a pesar de un contexto internacional desfavorable.
Entre las variables positivas, el Gobierno menciona la reducción del déficit fiscal de 12,7% en 2020 a 7,2% en 2022, la baja inflación, disminución en los niveles de pobreza y una diversificación de la canasta exportadora.
Se deja en claro que el país no solamente vive de los hidrocarburos, sino que desde este año habrá ingresos importantes para el país desde este año por la venta de energía eléctrica, urea, minerales, carbonato de litio, cloruro de potasio y, desde el 2024, la comercialización de acero proveniente del Mutún, entre otros.
