Fitch Ratings baja calificación de Bolivia a ‘B-‘ y Gobierno observa que no se considera la “estabilidad económica”

por Elías López

Fitch Ratings rebajó las calificaciones de riesgo de emisor (IDR, por sus siglas en inglés) de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Bolivia, pasando de ‘B’ a ‘B-‘. Además, revisó la perspectiva de la calificación de Estable a Negativa.     

“La rebaja de la calificación de Bolivia a ‘B-’ desde ‘B’ refleja el agotamiento de sus reservas de liquidez externa, lo que, a la luz de una vinculación monetaria ha aumentado en gran medida la incertidumbre a corto plazo y los riesgos macroeconómicos. La continua caída de las reservas internacionales a niveles bajos las ha vuelto vulnerables al riesgo de un shock de confianza, que se ha materializado en las últimas semanas. Se ha perdido el acceso al mercado de bonos externos y no hay perspectivas concretas de apoyo a gran escala de los acreedores oficiales”, señala el reporte de la calificadora internacional.

Al respecto, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas manifestó en un comunicado que esta evaluación no considera la “estabilidad de la economía boliviana” que permite tener una inflación controlada y una moneda nacional sólida gracias a la política de ‘bolivianización’. La cartera de Estado indicó que tampoco se tomó en cuenta la actual incertidumbre del panorama económico global.

Siendo la disminución de las Reservas Internacionales Netas (RIN) uno de los principales motivos para esta baja calificación, el Gobierno afirma que este indicador mejorará sustancialmente en el 2023. Vaticina una mayor exportación de productos estratégicos como la urea, carbonato de litio, energía eléctrica y la política de sustitución de importaciones que reducirá la fuga de divisas.

A esto se suma, los ingresos por préstamos internacionales para reactivar la economía y el proyecto de Ley de Compra de Oro destinado al Fortalecimiento de las Reservas internacionales que el Gobierno prevé su aprobación para esta gestión.

Fitch estima que el PIB real de Bolivia creció un 3,6% en 2022, recuperando su nivel previo a la pandemia de 2019, aunque más lentamente que sus pares regionales, ya que el impulso se ha visto limitado por los recortes en la inversión pública, la disminución de la producción de gas, un clima adverso para la inversión privada, e inestabilidad social.

Frente a ello, el Ministerio de Economía aseguró que habrá un mayor dinamismo en la economía boliviana a partir de este año con los proyectos de industrialización como la Planta Separadora de Zinc, el Proyecto del Mutún, la nueva Planta de Fertilizantes NPK, la puesta en marcha de la Planta de Biodiésel, el buen desempeño del sector agroexportador, entre otros.

“El Gobierno nacional se encuentra en constante monitoreo y evaluación de la economía boliviana para la adecuada toma de decisiones para preservar la estabilidad económica en beneficio de la población, aplicando medidas para cuidar el bolsillo de los bolivianos”, concluye el comunicado del Ministerio de Economía.

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