Montero, 13 marzo 2023.-El calvario de Matilde Flores Rojas, comenzó la madrugada del 03 de marzo cuando una sobrina suya le comunicó que su hija Ana Carola Cusi Flores cayó detenida en Sri Lanka (nación insular al sur de la India) acusada de transportar a ese país 4.6 kilogramos de cocaína de alta pureza impregnada hábilmente entre las prendas de su equipaje.
La boliviana de 26 años fue aprehendida el 01 de marzo por un funcionario de la División de Control de Estupefacientes de la Aduana en el Aeropuerto Internacional de Bandaranaike, con un cargamento de droga que supera los $us 642.559, refirió el portal colombopage.com. La mujer con residencia en el municipio de Montero, llegó ese día al aeropuerto de Katunayake a las 08:30 procedente de Dubái, en el vuelo comercial EK-650 de Emirates.
En la revisión de su equipaje se descubrió que la ropa, los paños y los bolsillos de tela estaban empapados con una forma líquida de cocaína. Asimismo se descubrió que la boliviana se embarcó desde Brasil y llegó a Dubái antes de llegar al aeropuerto de Katunayake en el vuelo de Emirates. En su breve interrogatorio en el aeropuerto, indicó que la droga debía ser entregada a una persona en ese país quien debía de pagar $us 500.
Este lunes, su madre Matilde Flores Rojas, aquejada por la enfermedad de cáncer en su matriz, rompió el silencio al enterarse que su hija se encuentra detenida en otro país con riesgo que pueda ser ejecutada en la horca por el ilícito cometido.
“Le pido al Gobierno Nacional que me ayude a repatriar a mi hija y que cumpla su condena en nuestro país. Nunca supimos porque viajó hasta que me enteré que la detuvieron. Ella no lo hizo por maldad sino por necesidad”, dijo la angustiada madre.
Ana Carola es madre y padre de dos niños de 6 y 4 años quienes han quedado al cuidado de su abuela. “Estaba sin trabajo y quizás quiso ayudarme para el tratamiento de mi cáncer”, dedujo Matilde desconcertada al no saber que pasará con su hija.
Al pedido se sumó la comadre de Ana Carola y madrinas de sus hijos quien se quebró en llanto indicando indicó que a veces la necesidad nos obliga a cometer errores. “Me siento impotente de no tener recursos y poder ayudarla, queremos que sea extraditada porque en ese país no perdonan el narcotráfico”, señaló su comadre.
En Sri Lanka, la violación, el narcotráfico y el asesinato están castigados con la pena de muerte, pero no se realizan ejecuciones desde 1976. Esta medida se encuentra vigente en este país. Un informe da cuenta que hay más de 200.000 adictos a las drogas en ese país y el 60% de los presos estaban en la cárcel por cargos relacionados con narcotráfico.
En Asia es donde la pena de muerte resulta el castigo ideal para los narcos. Afganistán, Arabia Saudita, Bangladesh, Brunei, China, Filipinas, Corea del Norte, Catar, Emiratos Árabes, India, Indonesia, Irán, Irak, Jordania, Kuwait, Laos, Malasia, Omán, Pakistán, Singapur, Sri Lanka, Siria, Tailandia, Taiwán, Vietnam y Yemen no dudan en aplicarla.