El mandatario participó este miércoles de la II Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Agua realizada en Nueva York, Estados Unidos. Indicó que los problemas en torno al agua se dan por los modelos económicos actuales que priorizan el lucro, antes que la vida.
El presidente Luis Arce propuso en las Naciones Unidas que el 2024 sea declarado el “Año Internacional del Agua para la Vida” y urgió a los países a tomar 10 acciones para hacer frente a la crisis hídrica.
“Proponemos que se declare el año 2024 como el Año Internacional del Agua para la Vida, promoviendo desde todos los Estados y comunidades y organizaciones sociales, una gran movilización de acciones en todos los niveles para hacer frente a la crisis mundial del agua”, dijo el mandatario boliviano.
Arce señaló que la falta de agua no es solamente un problema ambiental, sino también social y económico. Considera que la escasez del líquido vital tiene su origen en los modelos de desarrollo que priorizan el lucro, por encima del bienestar social y la vida.
Por ello, señaló que solo con sistemas más sustentables y equitativos, que valoren la salud de las personas y de la Madre Tierra, se podrá tener éxito en la lucha contra la crisis del agua. Sin embargo, pidió que más allá de las diferencias ideológicas entre los países, se tomen acciones conjuntas y se repliquen las buenas prácticas, entre ellas, considerar el acceso al agua como un derecho humano, tal cual lo tiene aprobado Bolivia en su Constitución.
“Hacemos un llamado a todas las naciones, para que por encima de nuestras diferencias políticas e ideológicas, que es normal que existan, trabajemos en la construcción de un futuro cercano donde todas las personas tengan acceso a agua limpia y segura, asegurando la integridad de nuestra Madre Tierra”, reflexionó.
Arce también lamentó que quienes más sufren con la crisis del agua son los sectores vulnerables, como los grupos indígenas, originarios y campesinos. Por consiguiente, manifestó que las soluciones deben priorizar sus necesidades.
Las 10 acciones propuestas por Arce
El presidente Arce planteó las siguientes acciones en la ONU:
1. Reafirmar el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos, como fue establecido en la Resolución 064/292.
2. Reconocer en la próxima Asamblea de la Tierra del año 2024, que el agua es el centro de la vida, estableciendo además a los ríos, lagos, glaciares, acuíferos, cuencas, sistemas de vida vinculados al agua y la Madre Tierra, como sujeto colectivo de derechos.
3. Crear un mecanismo intergubernamental permanente del agua en Naciones Unidas, que promueva el manejo, la gestión y la conservación del agua, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral.
4. Solicitar el nombramiento de un enviado especial de las Naciones Unidas para el agua al servicio de los estados, que tenga como misión, activar este mecanismo, debiendo al mismo tiempo informar sobre sus acciones de seguimiento al pleno de la Asamblea de manera permanente.
5. Reconocer a las autoridades de la gestión comunitaria del agua y el saneamiento básico de los Pueblos Indígena Originario Campesinos y de las comunidades locales, que desde su concepción protegen el agua como sustento de la vida.
6. Establecer la condonación de deudas de los países en desarrollo cuyos recursos financieros hayan sido asignados a la provisión de acceso al agua, a la adaptación hídrica y la resiliencia climática, en función a perdidas y daños sufridos.
7. Exhortar a los países desarrollados a que proporcionen mayores recursos financieros, asistencia y transferencia de tecnología a los eufemísticamente denominados “países en desarrollo”, a través de los organismos internacionales y multilaterales para conservar el agua y amortiguar los impactos de la crisis hídrica.
8. Exhortar a que todos los países actualicen las legislaciones nacionales para garantizar la protección y conservación de las fuentes de agua, el acceso equitativo y justo al agua para todos los usos y por todos los seres vivos.
9. Reconocer la importante interrelación que existe entre el agua y la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, la generación de energía y el mantenimiento de los sistemas de vida como base fundamental.
10. Visibilizar al agua como un elemento de paz e integración de los pueblos, mediante el cual los estados cooperan para garantizar la protección de las fuentes de agua y el uso razonable y equitativo de las cuencas y acuíferos transfronterizos.