Dentro de poco la industria energética boliviana vivirá un momento histórico. El Gobierno anunció que “en los próximos días” se comenzará a exportar electricidad hacia Argentina mediante la línea de transmisión Juana Azurduy de Padilla de 132 kilovoltios (kV).
Es la primera vez que el país incursiona en la venta de electricidad al exterior y, con ello, se da el paso inicial para convertirse en el corazón energético de Sudamérica, tomando en cuenta que existen planes y estudios para exportar energía a Brasil, Paraguay, Chile y Perú.
“En los próximos días con certeza vamos a empezar a inyectar energía a la Argentina, empezaremos con 40 megavatios (MW), luego pasaremos a 80 y llegaríamos a los 120 megas de potencia para poder inyectar al sistema argentino”, anunció Manuel Valle, presidente ejecutivo de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE).
El proyecto con Argentina comprende el tendido de una línea de transmisión de alrededor de 110 kilómetros (km), de los cuales 40 están en el territorio boliviano y 70 en el lado argentino, desde la subestación Yacuagua, en Bolivia, hasta cercanías de la subestación Tartagal, en Argentina.
Al respecto, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, informó que se ultiman detalles administrativos y de contratos para que ENDE comience a exportar electricidad.
“En este momento están en la etapa administrativa de habilitación, también se han desarrollado pruebas que van a permitir la exportación de excedentes”, destacó.
Datos del Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) muestran que la capacidad instalada de generación eléctrica de Bolivia es de 3.626 MW, mientras que el consumo interno está en alrededor de 1.600 MW, por lo que se tiene un excedente de al menos 1.600 MW para exportar.