Tras las versiones de algunos medios de comunicación que advierten un incremento de la TRe (Tasa de Referencia) que encarecería las cuotas de los créditos bancarios que pagan mensualmente las personas, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) señaló que este indicador “aumentó en 0,11% en los últimos 26 meses” y, por lo tanto, no implica un riesgo significativo de impago.
“En las operaciones de crédito con tasas no reguladas, las variaciones son mínimas y no exponen a situación de significativa probabilidad de impago de las cuotas como se pretende hacer creer a la población”, dijo Reynaldo Yujra, director ejecutivo de la ASFI.
Indicó que esta variación afecta al 12% de los créditos, ya que el 88% tiene una tasa fija (créditos de vivienda de interés social y productivos).
¿Qué es la TRe? Es una tasa variable que las entidades financieras (bancos, cooperativas y otras) cobran a los prestatarios cuando sacan un crédito y se añade a la tasa de interés fija.
La TRe se calcula cada mes y se obtiene de un promedio de las tasas de interés que pagan las entidades financieras al público en general por sus depósitos en cajas de ahorros o depósitos a plazo fijo (DPF).
Es decir, mientras más intereses paguen las entidades financieras a los ahorristas, más subirá la TRe para los prestatarios.
Según el último informe del BCB la TRe vigente para febrero es de 3,02% en moneda nacional (MN) y 1,72% en moneda extranjera (ME). En enero, esta tasa en MN se encontraba en 3,08%.
En los últimos años, la TRe subió de 2,69% en diciembre del 2019 a 3,07% en el mismo mes del 2022. La última vez que esta tasa estuvo por encima del 3% fue en el año 2018 cuando se registró un pico de 3,66% en abril.
¿Cuál es el meollo del conflicto?
Si la TRe se mide según las decisiones y necesidades de las entidades financieras ¿cuál es el conflicto en el que se involucra al Gobierno? Es necesario señalar que los bancos no solamente utilizan los depósitos del público para colocar créditos, sino que también acceden a recursos de otras fuentes como las AFPs.
Según algunos analistas, el Gobierno también necesita de estos recursos internos para financiar sus planes de inversión pública y “restringe” a las entidades financieras el acceso a estas fuentes con normativas estrictas.
Esto supuestamente genera que los bancos dependan cada vez más de los depósitos de las personas y tengan que pagar más intereses para atraerlos, generando que los créditos se encarezcan. También se observa una supuesta falta de liquidez en el sistema financiero del país por problemas macroeconómicos.
En diferentes oportunidades, los diferentes voceros del Gobierno y sus instituciones han negado rotundamente que estén “en competencia” con las entidades financieras y destacaron la estabilidad del sistema financiero nacional.
“Es normal que las tasas de interés registren aumentos en este período del año, debido a la necesidad de las entidades financieras de acumular fondos para materializar los planes de expansión crediticia para toda la gestión, más aún si se toma en cuenta el contexto mundial de subida de los tipos de interés”, explica el director ejecutivo de la ASFI.
Además, descartó problemas de liquidez en el sistema financiero que -al cierre de la gestión 2022- cuenta con un monto de Bs 65.101 millones de activos líquidos, equivalente al 60% de los depósitos de corto plazo.
“(Es una) muestra clara de la capacidad que tienen las entidades financieras para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo y mantener la dinámica de las colocaciones crediticias”, puntualizó.
