En este artículo de opinión, Fabio J. Mory, fundador de New Agile Academy, expone los desafíos que afrontan las empresas para planificar en un contexto de volatilidad, crisis económica y el surgimiento de nuevas tendencias tecnológicas.
En un mundo cada vez más digitalizado, las empresas se enfrentan a desafíos cada vez mayores para cumplir sus objetivos. A pesar de los esfuerzos efectuados por sus gerentes y directivos, la mayoría de las empresas no logran cumplir con estos. Un reciente estudio efectuado por New Agile Academy a 300 profesionales de LATAM, reveló que alrededor del 37% de los objetivos necesitan ser redefinidos, y también que el 10% de las empresas no los cumplen.
Estos resultados son particularmente preocupantes en un contexto de economía digital, en donde la competencia aumenta cada vez más. Las empresas deben enfrentar luchas constantes, para mantenerse al día con las últimas tendencias tecnológicas y así innovar de forma continua. Estamos en un entorno que demanda modelos de negocios exponenciales y toma de decisión para este contexto. Esto significa que, los objetivos a corto plazo necesitan ser rediseñados constantemente para asegurar que la empresa mantenga su competitividad y Propuesta de Valor vigente.
La crisis económica del 2023 ha agravado el problema. La incertidumbre sobre el futuro de la economía ha obligado a muchas empresas a recortar presupuestos y recursos, impactando en muchos casos en los márgenes, algo que dificulta aún más el cumplimiento de los objetivos. Además, los cambios en los mercados han creado una situación de volatilidad que dificulta aún más la planificación a largo plazo.
Sin embargo, es posible superar estos desafíos. Es necesario implementar una cultura enfocada al cumplimiento de objetivos, desde una perspectiva que implique gestionar desde la agilidad. Una forma de hacerlo es implementando estas estrategias enmarcadas bajo los OKR (Objectives and Key Results). Este sistema de gestión ágil, permite a las empresas definir metas a corto y largo plazo, estableciendo resultados clave para alcanzarlos, los mismos que permiten alinear las acciones de forma articulada dentro de la organización. Esto significa que los objetivos se pueden redefinir fácilmente según el entorno económico y los recursos disponibles. Además, el seguimiento de los resultados clave permite a las empresas medir el progreso y tomar decisiones informadas para alcanzar todo lo propuesto.
Las empresas requieren cambiar la forma de gestionar objetivos, la misma encuesta de New Agile Academy, también reveló que el 47% de las empresas suelen revisar el cumplimiento de estos de forma anual o semestral. Ello evidencia tomas de decisiones y sistemas de gestión completamente desfasados a sus necesidades reales. Necesitan establecerse metas realmente enfocadas al crecimiento. En ese sentido, los OKR permiten a las empresas establecer objetivos más ambiciosos y retar a sus equipos a alcanzarlos. También genera una comunicación efectiva entre la Alta Dirección (C-level) y los equipos operativos, mediante cadencias anidadas. Esto significa que, las empresas pueden tener una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios del entorno, además de fomentar a la organización a ser innovadores en las soluciones y acciones requeridas para cumplir tales objetivos, impulsando así el crecimiento.
En conclusión, los OKR pueden ayudar a las empresas a superar los desafíos que la economía digital (cada vez más presente en LATAM) y la recesión actual plantean. Esta herramienta proporciona un marco que permite de forma articulada la construcción de metas a corto y largo plazo. Además, de generar cambios importantes en la organización, incentivando una cultura enfocada a la gestión y cumplimiento de objetivos. Los OKR son un buen primer peldaño, para que las empresas inicien o impulsen sus procesos de transformación hacía la agilidad, ajustando sus Propuesta de Valor a este entorno cada vez más digitalizado y cambiante.