(Foto: Economy)
Es el segundo producto más importante del agro cruceño después de la soya. El girasol y sus derivados como el aceite representan una importante entrada de divisas para el país, además de generar cientos de empleos.
Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en los últimos 10 años las exportaciones bolivianas de aceite de girasol sumaron $us 573 millones por la venta de 605 mil toneladas.
Este producto tuvo un importante repunte desde el 2019 cuando pasó de $us 40 millones a $us 72 millones en el 2020, $us 111 millones en el 2021 y $us 119 millones en el 2022 (datos a noviembre).
Cabe señalar que el volumen exportado de aceite de girasol en este año fue de 79.532 toneladas, lo cual significa una reducción frente a las 93.415 toneladas del 2021.
Sin embargo, en el 2022 se tuvo mayores ingresos gracias a un repunte histórico del precio internacional del girasol que tuvo un pico de $us 2.361 la tonelada en marzo, casi un 50% más del pico registrado en el 2021 en ese mismo mes.
Es importante destacar que el 95% de las exportaciones del aceite de girasol proviene de Santa Cruz y el principal mercado internacional es Ecuador.
Desafío por la crisis en Perú
Tomando en cuenta que casi el 85% de las exportaciones del aceite de girasol sale por la frontera con Perú (Desaguadero) -que ahora está cerrada por el conflicto social que vive este país desde finales del año pasado- los productores se ven en aprietos para poder cumplir con los mercados.
Si el conflicto sigue sin solucionarse, el desafío estará en reajustar su logística para llegar vía puertos chilenos para llegar a mercados importantes como Ecuador, aunque esto supondrá mayores costos operativos.